DECIR LO NO DICHO (Reseña)
HUGO DAROCA REVISA LOS ORÍGENES DEL INSTITUTO MAGNASCO
Autor: Hugo Daroca.
Publicado en: Diario "El Argentino" el día sábado 29/08/2020.
«La historia es la reconstrucción, siempre problemática e incompleta, de lo que ya no es»,(1) afirmaba el historiador francés Pierre Nora reflexionando en torno al lugar de la memoria en la construcción de la historia. Y, en línea con él, el búlgaro Tzvetan Todorov comentaba: «El restablecimiento integral del pasado es algo por supuesto imposible […] la memoria, como tal, es forzosamente una selección: algunos rasgos del suceso serán conservados, otros inmediata o progresivamente marginados, y luego olvidados». (2)
A fines de mayo de 1937, ante la mirada del entonces presidente de la Argentina, Agustín P. Justo, se colocó la piedra fundacional del edificio del Instituto Magnasco. En esa ocasión, Camila Nievas pronunció un discurso en el que rescataba uno de los hechos más importantes de la sociedad que presidía: la fundación de la biblioteca. De sus palabras se deduce que ese acontecimiento habría ocurrido en 1901.(3) Sin embargo, la propia Camila, el 13 de diciembre de 1902, al dejar el cargo principal de lo que por entonces era la sociedad Por la Patria y el Hogar, presentó una memoria de gestión en la que afirmaba: «Una biblioteca!... esa era la tierra prometida, la Atlántida soñada que veíamos tan lejos y sin embargo, antes de un año, el 9 de julio de 1900 quedaba inaugurada».(4)
¿Cuándo se fundó la biblioteca del Instituto Magnasco ‒en esa época, Por la Patria y el Hogar‒?, ¿fue en 1900 o 1901?
En un trabajo que verá la luz en los próximos días, Hugo Daroca analiza esa contradicción de fechas y, tras indagar en fuentes documentales y otros estudios al respecto, propone una fecha distinta, anterior a las que Camila Nievas mencionara en la memoria de 1902 y el discurso de 1937.
Este y otros hechos que forman parte de los primeros años de lo que hoy se conoce como Instituto Magnasco, son revisados por el investigador en Origen del Instituto Magnasco. Algunas reconsideraciones históricas. Editado por Amadeo Nicolás Darchez, el texto discute algunas de las afirmaciones que históricamente se han sostenido en torno a la institución ‒por ejemplo, el hecho de que Luisa Bugnone dejara de participar activamente tras contraer matrimonio en 1899‒.
«Con este trabajo nos hemos propuesto re-construir el pasado histórico del Instituto Magnasco […] echar luz a acontecimientos claves que dieron origen a la institución pero que han sido silenciados por más de un siglo», afirma el autor tras revelar el daño que ha causado para la historia de la institución la pérdida de los documentos de sus primeros años.
Continuando lo iniciado en su libro anterior ‒ Biografía de Luisa Bugnone: un aporte a la historia del Instituto Magnasco‒, Hugo Daroca ofrece un trabajo de investigación que propone una mirada distinta para los orígenes del complejo cultural, una historia escrita desde esos rasgos marginados de los que habla Todorov, esas huellas que son borradas y, con el tiempo, olvidadas. «Somos conscientes del impacto que puede tener lo que afirmaremos acerca de la cultura popular de Gualeguaychú. La verdad es como un ariete que golpea y duele», advierte desde la introducción, para luego comenzar a re-construir a partir de los fragmentos.
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(1) Nora, P. (2008). “Entre memoria e historia: La problemática de los lugares” en Pierre Nora en Les Lieux de Mémoire, Laura Masello (trad.). Montevideo: Trilce, p. 21.(2) Todorov, T. (2002). Los abusos de la memoria. Buenos Aires: Paidós, p. 16.
(3) Nievas, C. (1939). “Piedra fundamental de la Institución ‘Magnasco’” en Camila Nievas, Escritos y discursos. Buenos Aires: Imprenta Mercantil, p. 27-36.
(4) Sociedad “Por la Patria y el Hogar” (1902). “Memoria leída en la sesión del 13 de diciembre de 1902” en Archivo del Instituto Magnasco, legajo 2114. Gualeguaychú: La Rápida.
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