EL PERIODISTA JOSÉ LEFEVRE

Autor: Hugo Daroca.
Publicado en: Diario "El Argentino" el día domingo 17/09/2017

        Natural de Francia, vino al Río de la Plata, como tantos otros, en busca de aires de libertad que no soplaban en su patria tras la revolución francesa de 1848. En Montevideo fundó y redactó El Patriota Francés, que según referencias fue el primer periódico editado en lengua extranjera en la República Oriental del Uruguay.
        Durante la defensa del sitio de aquella ciudad o “guerra grande”, como se la llamaba, Mr. Lefèvre fue uno de los organizadores de la legión francesa. Ocupó el cargo de segundo jefe, con el grado de Sargento Mayor, según despachos otorgados por el ex presidente oriental don Joaquín Suárez. También publicó dos obras en francés tituladas: Historia de la Legión Francesa y Biografía del Coronel Hiebant, su jefe en la defensa de Montevideo. (Conferencias, del Elsa Bachini de Bértora, p. 61)
        En 1852, después de levantado el sitio de Montevideo, y siguiendo un consejo del señor Isidoro de María, se viene a vivir a esta ciudad.
        De profesión hojalatero, Mr. Lefèvre instala su taller en la calle Urquiza N° 835, al lado del Banco de la Nación Argentina, frente a la casa de don José Benítez, y comienza a escribir ─su verdadera vocación─ en los periódicos locales.
       Al año siguiente se inicia como “aprendiz” en la logia Unión y Filantropía N° 56 de Gualeguaychú, membresía que, orgulloso, siempre hizo pública.
        En 1855, funda aquí la primera mutual del país: la Sociedad de Socorros Mutuos entre industriales y artesanos. La primera actividad cívica que de los masones se conoce es esta: la fundación de la Sociedad de Socorros Mutuos, el 1º de julio de 1855. Iniciativa del masón francés José Lefèvre, que comenzó a funcionar con 75 socios fundadores, y a fin de ese año ya contaba con 190, y $760 pesos en caja.
        En 1856 fue nombrado agente consular de Francia, cargo que desempeñó hasta su muerte, acaecida el 22 de febrero de 1876.
      Como periodista colaboró con los periódicos El Mercantil (septiembre 1856/ febrero1858) y La Época (marzo 1858 / diciembre 1859), publicados en esta ciudad.
        Posteriormente fundó con Marcelino Escalada, José Estanislao Cortines y otros miembros de la logia local Unión y Filantropía N° 56, el periódico La Esperanza de Entre Ríos (agosto 1858/ diciembre 1858), que editan en la imprenta El Comercio “que les remitieran sus cofrades de Buenos Aires ─según lo expresa el profesor Filiberto Reula─. Lefèvre asume la dirección de este vespertino, opositor al gobierno de la provincia, por lo que se suscitarán fuertes enfrentamientos en esta tranquila ciudad.
        Por último, fue uno de los principales redactores del periódico El Eco de Entre Ríos (enero 1860 / diciembre 1861). Por sus opiniones fue atacado sin miramientos desde esas mismas columnas, pero Mr. Lefèvre era hombre de no intimidarse así nomás. Para todos tenía respuestas oportunas y refutaciones. Pretendían ridiculizarlo por su oficio de hojalatero, a lo que contestaba diciendo: “…el latero que se honra con su oficio que honorablemente ejerce está pronto a decir en qué escuela aprendió toda vez que el procurador quiera decirle en cuál de ellas aprendió el derecho que ejerce tan torcidamente”. En cierta oportunidad, se expresó sobre el tema de esta forma “…que no es extraño ver en este país a un latero, hojalatero o zapatero tratar de las cuestiones políticas, cuando se ven limpia platos hacer de abogados”.
        En 1871, como hombre libre pretendía el adelanto intelectual de nuestra juventud y, para lograrlo, participó de una reunión en la sede del Recreo Argentino con el noble objeto de formar una asociación para difundir la instrucción en el departamento. Suscribió el acta de instalación, la que previamente había sido aceptada por todos los participantes e integró la “Asociación Protectora de la Instrucción” ─así se la llamó─, conjuntamente con ilustres ciudadanos como Pastor Britos, Miguel V. Zamora, Elías Arambarri, Vicente Martínez Fontes, Olegario Errasquín y otros.
        José Lefèvre fue un periodista de notable integridad moral. Analizaba y evaluaba la realidad de Gualeguaychú aproximadamente en el año 1860. Con sus principios y comentarios fue formador de la opinión y consagró patrones de conducta. Buscaba que sus comentarios fueran considerados por la población con el objetivo claro de abrir el debate de los lectores, especialmente cuando el tema era el progreso y las necesidades de esta ciudad –cabe recordar la iniciativa de instalar un banco de emisión–. Sus ideas se instalaban y discutían en boticas, bares y pulperías. De ideas liberales y progresistas, nunca aceptó que el gobierno prohibiera a la Sociedad de Cambios emitir billetes, porque era facultad de los particulares aceptarlos. Contribuyó al crecimiento del país de distintas formas.
        La historiadora local Dra. Elsa Beatriz Bachini (en la obra y página citadas) se refiere a él en los siguientes términos: “Lefèvre es una honra para la inmigración francesa. Amó a Gualeguaychú y luchó por su progreso y civilización. Trajo ideas nuevas, liberales, generosas y su pobre delantal de artesano ─como él mismo lo dijera en una de sus famosas polémicas─ jamás le sirvió para encubrir acciones que no fueran de bien para la colectividad”. Fueron tiempos en que el aporte francés a la cultura de nuestro pueblo sobresalió como una de las características más destacadas. Su llegada inicia la época en que se abren colegios particulares, a cuyo frente se encuentran maestros que traen un bagaje extraordinario de conocimientos y se incorporan nuevas asignaturas, las que se suman a las tradicionales (lectura, escritura, cuentas y religión). Sobre todo en las escuelas de niñas, donde la instrucción era muy rudimentaria: urbanidad, religión, lectura, escritura, cuentas y labores. Con aprender eso, para las mujeres era bastante.
      En definitiva, fue un periodista que no se limitó a informar, sino que a la noticia o al acontecimiento siempre agregaba razones y opiniones y, muchas veces, críticas. Pero siempre detrás de un pensamiento crítico exponía una propuesta, o una solución.
        Testimonió la realidad, y con esa forma veraz e independiente de hacer periodismo, ayudó mucho al crecimiento de Gualeguaychú.

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