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BIOGRAFÍA DE LUISA BUGNONE. UN APORTE A LA HISTORIA DEL INSTITUTO MAGNASCO


        Hay biografías que son fundamentales para comprender el espíritu de un pueblo; vidas que, a través de sus actos, dejaron huellas imborrables en su memoria.
          Luisa Bugnone –pedagoga, educadora, profesora normal superior y poetisa–, además de crear la Escuela para Niñas “José María Torres” y un grupo femenino de lectura, fue la fundadora de la sociedad de mujeres Por la Patria y el Hogar.


ÍNDICE

PRÓLOGO

INTRODUCCIÓN

EDUCACIÓN
Estudios iniciales
Estudios en Paraná
Discurso
Regreso a Gualeguaychú
Escuela Graduada
Un nuevo desafío

ESCUELA "JOSÉ MARÍA TORRES"
Un año más

POR LA PATRIA Y EL HOGAR
Contexto
Círculo de mujeres previo
De lo informal a lo informal
Fundación
Línea de tiempo
Velada literaria y musical
Nueva Comisión Directiva
Vínculo con mujeres radicales

LEGADO

BIBLIOGRAFÍA

ANEXOS
Discurso de Luisa Bugnone, 17 de diciembre de 1890
Discurso de Luisa Bugnone, 25 de mayo de 1893
Informe de la Escuela Normal Superior de Concepción del Uruguay
Informe del Archivo Histórico de la Escuela de Paraná
Por la Patría (sic) y el Hogar
Reglamento de la sociedad Por la Patria y el Hogar
Carta de Eufrasia Cabral a la señora Carmen de Porta
Carta dirigida al director de Los Principios, Pedro Murúa
Nota al doctor Emilio Marchini, 29 de marzo de 1899
Nota al doctor Emilio Marchini, 15 de junio de 1899
Informe de Por la Patria y el Hogar, 25 de septiembre de 1899
Carta de Luisa Bugnone a Camila Nievas, fines de 1899
Memoria leída en la sesión del 13 de diciembre de 1902
Nómina de socios al 31 de diciembre e 1902
Carta de Luisa Bugnone a Camila Nievas, c.1908
Luisa Bugnone, La voz del almacenero
Aviso necrológico
Discurso de la señorita Matilde Machao Garciarena
Camila Nievas acerca de la fundación de Por la Patria y el Hogar
Los versos de la abuelita
Poesía escrita en 1898 por Luisa Bugnone, dedicada a Camila Nievas
Poemas inéditos de Luisa

ANEXO FOTOGRÁFICO


HISTORIA DE LOS BANCOS PRIVADOS DE GUALEGUAYCHÚ ENTRE 1860 Y 1890

       La historia del progreso de un pueblo está vinculada íntimamente a la capacidad de emprendimiento de sus habitantes. Los avances de un lugar o una región son producto de iniciativas que mayormente provienen del sector privado.
        En Gualeguaychú, la escasez de moneda y el riesgo de estancamiento económico empujaron a comerciantes y diversos actores sociales a promover el surgimiento de entidades bancarias que favorecieran el desarrollo local.
        Este es un documento que rescata la historia de esos emprendimientos, las dificultades con las que se enfrentaron a la hora de establecerse y desenvolverse en un pueblo que necesitaba encontrar una solución concreta a un problema que el Estado aún no había logrado resolver.


ÍNDICE

Prólogo

La Sociedad de Cambios, Emisión, Depósitos y Descuentos
Diferentes situaciones económicas en Gualeguaychú entre los años 1850 y 1860
Necesidad de contar con un banco de emisión
El estatuto social
La emisión de los billetes
El expediente en el Ministerio General de la provincia
Cierre de la Sociedad de Cambios, Emisión, Depósitos y Descuentos

El Banco de Mauá
Introducción
Acuerdo con la Confederación
Banco de Mauá y Cía.
Se autoriza la instalación y funcionamiento de los bancos privados
Sucursal Gualeguaychú
Fecha de apertura de la sucursal
Incumplimiento a comienzos de 1865
Lo sucedido en Montevideo
El año 1865
Quiebra del Banco Mauá

El Banco José Benítez e Hijo
Fundación
Cambio en la política bancaria: autorización a bancos privados
Apertura del Banco José Benítez e Hijo
Instalación definitiva y licencia amplia
Impresión de los billetes
Empréstito al Gobierno de la provincia
La década de 1860 en Entre Ríos y en Gualeguaychú
Solvencia y liquidez
Falsificación de billetes del Banco Benítez
Éxito del banco
Comienzan las dificultades: los bancos y la moneda durante la gobernación del. Dr. Ramón Febre
Una ley monstruosa
Últimos pasos

El Banco Oxandaburu y Garbino
La iniciativa
Autorización
Apertura
Las operaciones bancarias
Documentación del banco
Las agencias
Grave conducta de Juan Oxandaburu
Disolución y liquidación
Extinción del banco

Banco Domingo Garbino
Apertura
Cambio político y legislativo

Banco Comercial
Iniciativa
Nuevo Banco Comercial

Banco Territorial de Gualeguaychú
Antecedentes
Oposición
Fundación
Asamblea constitutiva
El Estatuto
El capital social
Los principales capitalistas del Banco Territorial
Domicilio, apertura y horario
La primera Asamblea General Ordinaria
Actividad de 1891
Nuevos embates contra el Territorial
La segunda Asamblea General
Influencia de la política municipal
Las elecciones de 1891
Ataque al Banco Territorial Gualeguaychú
El asunto del gas
Convenio con la Municipalidad
Liquidación

Reflexión final

Bibliografía

Apéndice fotográfico



HISTORIA DE LA FUNDACIÓN DE LA BIBLIOTECA POPULAR SARMIENTO


        En mayo de 1869, el poeta Olegario Víctor Andrade tomó la pluma para escribir lo que sería el gesto fundacional de la Biblioteca Popular Sarmiento de la ciudad de Gualeguaychú. Al mismo tiempo, Bernardo Ramón Goyri y Luis Faldella esgrimían la misma idea en el seno de la Asociación Protectora de la Educación e Instrucción para la Juventud del Departamento.
        Pasarían años desde ese impulso inicial hasta la concreción definitiva de una biblioteca popular que respondiera a las demandas de una ciudad comprometida con la difusión abierta de la cultura entre sus habitantes.
        Esta es la crónica de la fundación de una de las primeras bibliotecas populares de la Argentina, el relato del largo camino recorrido entre aquel gesto inicial de 1869 hasta la apertura definitiva de las puertas de la Biblioteca Popular Sarmiento en 1905.


ÍNDICE

PRÓLOGO

CONTEXTO HISTÓRICO
La educación en Argentina
La educación en Entre Ríos
La educación en Gualeguaychú
Municipalización de la administración escolar
Comisión Vecinal
Colegio Argentino

ASOCIACIÓN PROTECTORA DE LA EDUCACIÓN E INSTRUCCIÓN DE LA JUVENTUD
Inicios
Colegio de Señoritas
La necesidad de una biblioteca popular
Colegio Infantil

LA BIBLIOTECA POPULAR
Reclamo del proyecto de biblioteca
Certamen de la palabra
Descontento y disconformidad
Colegio Nacional
Promoción y fomento de las bibliotecas
Asociación Protectora de la Instrucción

LA EDUCACIONISTA ARGENTINA
Intervención nacional en la provincia
El enviado del presidente en Gualeguaychú
Inicio de actividades de La Educacionista Argentina
La Biblioteca Popular de Gualeguaychú
Primeros tiempos de la biblioteca
Mudanzas
Juntas Directivas

BIBLIOTECA POPULAR SARMIENTO
La desidia
Últimos pasos antes del comienzo
Inauguración de la Biblioteca Popular Sarmiento
Cuatro momentos históricos

CRONOLOGÍA

BIBLIOGRAFÍA

ANEXO I – ACTAS
Acta nro 21. de la Asoc. Protectora de la Educación y la Instrucción
Acta nro 22. de la Asoc. Protectora de la Educación y la Instrucción
Acta nro 23. de la Asoc. Protectora de la Educación y la Instrucción
Acta nro 24. de la Asoc. Protectora de la Educación y la Instrucción
Acta nro 25. de la Asoc. Protectora de la Educación y la Instrucción
Acta de instalación de La Educacionista Argentina
Acta de instalación del Colegio Entre-Riano o de Señoritas

ANEXO II – DOCUMENTOS GENREALES
Informe de la Comisión de Vecinos de 1867
Infrome del director del “Colegio Argentino”
Discurso de Goyri por la inauguración del Colegio de Señoritas
Entrega de premios en el Colegio Argentino, año 1869
Nota de Olegario Víctor Andrade a Estanislao Cortines
Carta de Olegario Víctor Andrade a Estanislao Cortines
Estanislao Cortines contesta a Olegario V. Andrade
Proyecto de resolución
Felices ellos
Discurso de Ángel Elías en la inauguración de la Biblioteca
Popular de Gualeguaychú
Memoria de La Educacionista Argentina - primer período
Memoria de La Educacionista Argentina - segundo período
Reglamento interno de la Biblioteca Popular de Gualeguaychú
Listado de miembros fundadores de La Educacionista Argentina
Listado de presidentes de las Bibliotecas Populares

ANEXO FOTOGRÁFICO


PUNTOS DE VENTA

"RAYUELA LIBROS"
https://www.facebook.com/rayuelalibros.gualeguaychu
25 de Mayo 1092 - (03446) 426701
Gualeguaychú - Entre Ríos

"FRAY MOCHO LIBROS"
https://www.facebook.com/fraymocholibrosGCHU
25 de Mayo 699 - (03446) 435770
Gualeguaychú - Entre Ríos



"INSTITUTO MAGNASCO"
https://www.facebook.com/Instituto-Magnasco-1592408287741862/
Camila Nievas 78 - (03446) 427287
Gualeguaychú - Entre Ríos

** Único punto de venta del libro y a total beneficio del Instituto:
Biografía de Luisa Bugnone **

CARNET DE CONDUCTOR PARA LOS ANCIANOS

Por: Hugo Daroca
Publicado en: Diario "El Argentino", el día martes 4 de noviembre de 2018

        Hace un tiempo apareció publicado en el diario El Argentino un artículo titulado "Luchar contra el maltrato a la vejez". Sostenía que "era importante no discriminar a las personas por razones de edad" y lo definía como "un trato único o repetido que causa daño o sufrimiento a los ancianos". Agregaba que también es agresión "no adoptar medidas apropiadas para evitar esa violencia" y en este caso es el ente municipal quien no sólo no adopta las medidas apropiadas, sino que las provoca.
        Esto es lo que sucede en nuestra ciudad con los adultos mayores y ancianos, como acertadamente lo expresa el ingeniero Oscar Badano en una excelente nota publicada en este matutino el 2 del corriente titulada: "Viejos mayores de 71 años ¿por qué nos discriminan?", en el que destaca las notables diferencias que existen para el otorgamiento del carnet de conducir entre los rangos de edad que van desde los 18 hasta los 70 años y el otro, el de los discriminados -viejos- que quedan comprendidos en el segundo.

“El viejo”
        La ordenanza municipal local, con fundamento en que quienes renuevan el carnet han pasado a detentar biológicamente mayor edad (culturalmente la calidad de viejo), no sólo disminuye los años por los que se renueva, sino que aumenta las exigencias.
        En nuestra ciudad el grupo de "vulnerables”, mayores de 70 años, tiene que renovar su licencia todos los años, y enfrentar el desafío que les crea la municipalidad. La anualidad le va restando probabilidades al deseo de volver a casa manejando.
        Lo cierto es que quienes anualmente tienen que renovar su carnet de conducir padecen el temor de perder la libertad, porque quitar el carnet provoca la pérdida de libertad (que es un valor ético). Además de aislarlo, le acarrea la pérdida de relaciones. La violencia psicológica y moral de la que son víctimas los ancianos por parte del Ejecutivo Municipal tiene que cesar y el Concejo Deliberante avocarse al estudio de una nueva ordenanza, dejar de reiterarlo.

“El anciano”
        Es la persona que recorre el último período de su vida y que, como "persona mayor", ha atravesado por las sucesivas edades vitales: niñez, adolescencia, juventud y adultez, y llegado al período postrero de su vida, en el que como consecuencia tiene una declinación natural de sus fuerzas vitales, pero no por eso puede ser objeto de destrato o abusos psicológicos o físicos.
        El "anciano" es una persona que, como tal, tiene derecho a los "derechos humanos" fundamentales: dignidad, igualdad y libertad. Entonces me tengo que hacer la misma pregunta que tan certeramente realizara el Ingeniero Badano: ¿por qué se nos discrimina?

Lo que debe hacerse
        Debe dictarse una ordenanza que otorgue garantías a los ancianos o "viejos" que puedan gozar de una vejez en paz, en libertad, sin que se los someta a esta impúdica exigencia, impropia de un régimen democrático.
        Reitero, hay agresión del ente municipal al no adoptar las medidas apropiadas para evitar cualquier clase de discriminación y para eso debe dictarse una nueva ordenanza.
        Corresponde legislar, analizar y buscar una solución al tema. Para comenzar se debería suspender el examen práctico y el oral o escrito a conductores que han manejado más de 50 años y copiar lo que se hace en países "progresistas" y en algunas ciudades de nuestro país en la que se realiza una evaluación cognitiva mediante un simple interrogatorio y sencillos tests, tras aclararle a cada conductor que los resultados no influirían en la decisión de renovar el registro, aunque se le pida algún otro estudio .
        Hay consenso entre los especialistas que es necesario evaluar las habilidades cognitivas en edades en las que el automóvil es un medio de transporte necesario por muchos motivos, como ocuparse de los nietos o reforzar una exigua jubilación, pero también para mantener la independencia, la libertad y no caer en el aislamiento.
        Existen cuatro requisitos cognitivos indispensables para un manejo seguro: la memoria, que nos permite recordar qué mano tiene una calle; la atención dividida, que nos ayuda a responder a más de un estímulo a la vez; las habilidades visuales espaciales, que son las que nos previenen de la distancia necesaria para frenar detrás de otro auto; y las funciones ejecutivas, que nos dan la velocidad de reacción al permitirnos anticipar, planificar y supervisar las acciones tan necesarias para un "manejo defensivo".

Podría extenderme mucho más, pero por ahora me hago dos preguntas:
        ¿Por qué los ancianos que manejamos hace más de sesenta años, muchos con formación terciaria y universitaria, debemos rendir examen todos los años? ¿Es que no lo hicimos hace largo tiempo (más aún con una legislación que no ha cambiado)? ¿Acaso los médicos -ante una ciencia, como es la medicina, que evoluciona constantemente y gracias a la cual podemos manejar los "octogenarios"- tienen obligación de revalidar sus títulos para ejercer la medicina? (más aún en los caso de haber dejado de ejercerla por largos años).
        ¿Los concejales dónde están?, que no ven esta situación y otras muchas más que ocurren en nuestra ciudad, con omisiones graves.

JOSÉ LINO CHURRUARÍN

Autor: Hugo Daroca.
Publicado en: Diario "El Argentino" el día lunes 24/07/2017.

        Nació en las costas del Arroyo Ñancay, del Distrito Ceibas Departamento Gualeguaychú, en ésta provincia de Entre Ríos, el 23 de noviembre de 1835 y falleció el 17 de abril de 1906.
Se casó en la iglesia San José- hoy Catedral de Gualeguaychú -el 8 de Noviembre de 1868 con doña Petrona Méndez Casariego.
        Curso sus estudios en el Histórico Colegio del Uruguay por pedido directo del Gral. Urquiza a su padre, institución entonces a cargo de don Lorenzo Jordana
        Siguió allí cursos secundarios y luego los universitarios en la carrera de Derecho, recibiéndose de abogado. Durante la permanencia en ese instituto dictó la cátedra de Derecho Internacional, Público y Privado de 3º y 4º año, siendo también profesor de gramática y latín. En 1853 asistió al curso de Jurisprudencia con Onésimo Leguizamón, Federico Ibarguren, Martín Ruiz Moreno, y otros transformándose en el primer abogado criollo de Entre Ríos.
        Instituto militar: En el histórico colegio Nacional de Uruguay funcionó anexa en 1857, mientras era rector don Alberto Larroque una academia militar. Entre los alumnos que cursaron estos estudios se encontraba don José lino Churruarín, y fueron sus compañeros, entre otros, quién llegara a ser presidente de la nación, Julio Argentino Roca, Hilario Lagos, Racedo y otros que distinguieron como militares.
        Tuvieron excelente profesores, en caballería el general Manuel Antonio Urdinarrain, los coroneles Isidoro Quesada, Ricardo López Jordán, en infantería: los coroneles Eusebio Palma, Teófilo de Urquiza, y Tte. Coronel don Pedro María González, y en artillería el coronel boliviano don Simón de Santa Cruz
La carrera comprendía dos años de estudios y los alumnos, además de concurrir a las clases normales desarrolladas en el establecimiento, debían asistir a las enseñanzas de formación profesional en el arte de la guerra durante de dos a tres horas por día. Egresado de este Colegio Militar actuó en la Campaña de la Banda Oriental con el grado de Teniente.
        Ya en ésta ciudad se desempeñó como secretario de policía y luego como jefe de policía, oficial mayor del Ministerio de Gobierno durante el gobierno de Urquiza
        En 1863 instala en la ciudad de Paraná su estudio de abogado y después de una pausa en la que ocupo el cargo de presidente del Superior Tribunal de Justicia, retomó su actividad en 1887. Desde entonces por el estudio Churruarín y Asociados han pasado cinco generaciones (su hijo, nieto y bisnietos) continuando hasta el presente, por lo que es el más antiguo de la ciudad de Paraná y tal vez de la provincia habiendo atravesado tres siglos desde que lo abriera el Dr. Churruarín.
        En mayo de 1868 se fundó en Gualeguaychú la “Asociación Protectora de la Educación e Instrucción de la Juventud”, para plantear el Colegio Argentino. El Dr. José Lino Churruarín es designado presidente, y como secretario el Dr. Bernardo Goyri, y vocales José Gregorio Haedo, Luis Clavarino.
También en este año 1868 asume la presidencia del Recreo Argentino, acompañado como secretario por don Antonio Daneri.
        En 1871 pasa a desempeñarse en la justicia entrerriana como Defensor de Menores en Paraná, y preside luego el máximo tribunal de la Provincia como Presidente del Superior Tribunal de Justicia durante dos períodos- 1875 a 1881 y 1883 a 1884-. Fue el quinto presidente en la historia del Poder Judicial de la Provincia, designación que se hacía directamente por el Ejecutivo. Su retrato integra la galería de expresidentes del máximo tribunal entrerriano que se encuentra emplazada en el Salón de Acuerdos del Tribunal. Con motivo de la conmemoración del centésimo aniversario de su fallecimiento acaecido el 17 de abril de 1906 el Superior Tribunal acordó adherir a los actos que en su homenaje se realizaron.
        En ausencia del Ministro General de la Provincia, ocupó dicho cargo en dos oportunidades. La primera durante la gobernación de Echagüe y siendo ministro de Ramón Febre.
         En 1883 fue presidente de la comisión administrativa de la Escuela Normal de Paraná.
     El 23 de abril de 1887 renunció al cargo de Presidente del Superior Tribunal de Justicia, el Gobernador de Entre Ríos en mérito a sus servicios no aceptó la renuncia le acordó una jubilación con las tres cuartas partes del sueldo.
        En relación a este hecho y a la personalidad del Dr. José Lino Churruarín transcribimos una nota aparecida en “El Noticiero” de Furques, 23 de abril de 1887, que se transcribiera en el tomo VIII del CENTRO DE GENEALOGÍA DE ENTRE RÍOS – PÁG. 87
“Un telegrama del Paraná nos hizo conocer ayer la renuncia del Dr. José Lino Churruarín al elevado puesto de Presidente del Superior Tribunal de Justicia. El gobierno de Entre Ríos en mérito de sus servicios no ha aceptado la renuncia, acordándole en cambio jubilación con goce de las tres cuartas partes de su sueldo.
        El Dr. Churruarín es uno de los hombres más populares de Entre Ríos y a quien no se le conoce un solo enemigo. Varias veces ha sido candidato para gobernador y si las aspiraciones del pueblo no han sido satisfechas se debe a causas que nadie ignora en la república.
La separación del doctor Churruarín ha de ser muy lamentada en Entre Ríos, porque tenía su fama conquistada de juez íntegro.
        Cuando la firma del doctor Churruarín aparecía al pie de una sentencia no había nadie que se atreviese a dudar de la rectitud de sus intenciones y era tal el prestigio de su nombre que pocos eran los que apelaban de las resoluciones del tribunal cuando Churruarín había dado su voto”.-
        Retirado del cargo, su capacidad de hombre público lo puso inmediatamente a la cabeza de los movimientos políticos de la época. Candidato a gobernador en 1878 y 1894 esta última por la Unión Cívica. En tiempo de Sáenz Peña fue votado para vicepresidente de la República en un Colegio Electoral partidario. En 1900 siendo candidato a intendente municipal de la ciudad de Paraná, sus partidarios fueron expulsados de los comicios por la policía, votándose entonces ante escribano público donde triunfó, y se hizo cargo de la Municipalidad, pero fue desalojado por las armas. Concejal varios períodos y presidente municipal. Es de hacerse notar que a pesar de la mayoría oficialista existente en el cuerpo y siendo opositor, fue nombrado presidente. Amigo dilecto de Alem a quién lo acompañó en la revolución de 1890 y fue fundador del partido Radical de Entre Ríos, su condiscípulo del Colegio del Uruguay quien Roca o Alem? que repetidamente le ofreció un cargo en el ministerio nacional que no aceptó como tampoco ningún otro cargo político rentado. En octubre de 1901 la Convención Nacional del Partido Radical lo nombró presidente. Por cuestiones políticas estuvo detenido en varias oportunidades conjuntamente con dirigentes radicales y mitritas.
        Siendo aún joven, don José Lino quedó viudo pues su esposa falleció prematuramente, a los 41 años. Debió entonces hacerse cargo de sus hijos. No descuidó su formación y con sacrificios logró que algunos de ellos cursaran estudios superiores. Luego de una vida dedicada al accionar político, el Dr. José Lino Churruarín falleció el 17 de abril de 1906. Al sepelio asistió el gobernador y sus ministros. A pesar de ser jefe de la oposición rindió honores un piquete de la guardia y banda de música de la misma.         El gobierno se hizo cargo del sepelio de sus restos y ordenó que se colocara la bandera a media asta en todos los edificios públicos. Una de las calles céntricas de Gualeguaychú recuerda su nombre.
        Según C. de G. N° 104 pág. 2 El país, era un periódico trisemanal y luego bisemanal que se imprime era en la esquina de Luis N. Palma y Rosario (N.E) dirigido por Eugenio Gómez, hombre de oficio y sobrino de Isidorio de María y como éste, oriental. Tuvo como redactores a personas de la talla de los Dres. José Lino Churruarín, o Vicente Martínez Fontes.

EL PERIODISTA JOSÉ LEFEVRE

Autor: Hugo Daroca.
Publicado en: Diario "El Argentino" el día domingo 17/09/2017

        Natural de Francia, vino al Río de la Plata, como tantos otros, en busca de aires de libertad que no soplaban en su patria tras la revolución francesa de 1848. En Montevideo fundó y redactó El Patriota Francés, que según referencias fue el primer periódico editado en lengua extranjera en la República Oriental del Uruguay.
        Durante la defensa del sitio de aquella ciudad o “guerra grande”, como se la llamaba, Mr. Lefèvre fue uno de los organizadores de la legión francesa. Ocupó el cargo de segundo jefe, con el grado de Sargento Mayor, según despachos otorgados por el ex presidente oriental don Joaquín Suárez. También publicó dos obras en francés tituladas: Historia de la Legión Francesa y Biografía del Coronel Hiebant, su jefe en la defensa de Montevideo. (Conferencias, del Elsa Bachini de Bértora, p. 61)
        En 1852, después de levantado el sitio de Montevideo, y siguiendo un consejo del señor Isidoro de María, se viene a vivir a esta ciudad.
        De profesión hojalatero, Mr. Lefèvre instala su taller en la calle Urquiza N° 835, al lado del Banco de la Nación Argentina, frente a la casa de don José Benítez, y comienza a escribir ─su verdadera vocación─ en los periódicos locales.
       Al año siguiente se inicia como “aprendiz” en la logia Unión y Filantropía N° 56 de Gualeguaychú, membresía que, orgulloso, siempre hizo pública.
        En 1855, funda aquí la primera mutual del país: la Sociedad de Socorros Mutuos entre industriales y artesanos. La primera actividad cívica que de los masones se conoce es esta: la fundación de la Sociedad de Socorros Mutuos, el 1º de julio de 1855. Iniciativa del masón francés José Lefèvre, que comenzó a funcionar con 75 socios fundadores, y a fin de ese año ya contaba con 190, y $760 pesos en caja.
        En 1856 fue nombrado agente consular de Francia, cargo que desempeñó hasta su muerte, acaecida el 22 de febrero de 1876.
      Como periodista colaboró con los periódicos El Mercantil (septiembre 1856/ febrero1858) y La Época (marzo 1858 / diciembre 1859), publicados en esta ciudad.
        Posteriormente fundó con Marcelino Escalada, José Estanislao Cortines y otros miembros de la logia local Unión y Filantropía N° 56, el periódico La Esperanza de Entre Ríos (agosto 1858/ diciembre 1858), que editan en la imprenta El Comercio “que les remitieran sus cofrades de Buenos Aires ─según lo expresa el profesor Filiberto Reula─. Lefèvre asume la dirección de este vespertino, opositor al gobierno de la provincia, por lo que se suscitarán fuertes enfrentamientos en esta tranquila ciudad.
        Por último, fue uno de los principales redactores del periódico El Eco de Entre Ríos (enero 1860 / diciembre 1861). Por sus opiniones fue atacado sin miramientos desde esas mismas columnas, pero Mr. Lefèvre era hombre de no intimidarse así nomás. Para todos tenía respuestas oportunas y refutaciones. Pretendían ridiculizarlo por su oficio de hojalatero, a lo que contestaba diciendo: “…el latero que se honra con su oficio que honorablemente ejerce está pronto a decir en qué escuela aprendió toda vez que el procurador quiera decirle en cuál de ellas aprendió el derecho que ejerce tan torcidamente”. En cierta oportunidad, se expresó sobre el tema de esta forma “…que no es extraño ver en este país a un latero, hojalatero o zapatero tratar de las cuestiones políticas, cuando se ven limpia platos hacer de abogados”.
        En 1871, como hombre libre pretendía el adelanto intelectual de nuestra juventud y, para lograrlo, participó de una reunión en la sede del Recreo Argentino con el noble objeto de formar una asociación para difundir la instrucción en el departamento. Suscribió el acta de instalación, la que previamente había sido aceptada por todos los participantes e integró la “Asociación Protectora de la Instrucción” ─así se la llamó─, conjuntamente con ilustres ciudadanos como Pastor Britos, Miguel V. Zamora, Elías Arambarri, Vicente Martínez Fontes, Olegario Errasquín y otros.
        José Lefèvre fue un periodista de notable integridad moral. Analizaba y evaluaba la realidad de Gualeguaychú aproximadamente en el año 1860. Con sus principios y comentarios fue formador de la opinión y consagró patrones de conducta. Buscaba que sus comentarios fueran considerados por la población con el objetivo claro de abrir el debate de los lectores, especialmente cuando el tema era el progreso y las necesidades de esta ciudad –cabe recordar la iniciativa de instalar un banco de emisión–. Sus ideas se instalaban y discutían en boticas, bares y pulperías. De ideas liberales y progresistas, nunca aceptó que el gobierno prohibiera a la Sociedad de Cambios emitir billetes, porque era facultad de los particulares aceptarlos. Contribuyó al crecimiento del país de distintas formas.
        La historiadora local Dra. Elsa Beatriz Bachini (en la obra y página citadas) se refiere a él en los siguientes términos: “Lefèvre es una honra para la inmigración francesa. Amó a Gualeguaychú y luchó por su progreso y civilización. Trajo ideas nuevas, liberales, generosas y su pobre delantal de artesano ─como él mismo lo dijera en una de sus famosas polémicas─ jamás le sirvió para encubrir acciones que no fueran de bien para la colectividad”. Fueron tiempos en que el aporte francés a la cultura de nuestro pueblo sobresalió como una de las características más destacadas. Su llegada inicia la época en que se abren colegios particulares, a cuyo frente se encuentran maestros que traen un bagaje extraordinario de conocimientos y se incorporan nuevas asignaturas, las que se suman a las tradicionales (lectura, escritura, cuentas y religión). Sobre todo en las escuelas de niñas, donde la instrucción era muy rudimentaria: urbanidad, religión, lectura, escritura, cuentas y labores. Con aprender eso, para las mujeres era bastante.
      En definitiva, fue un periodista que no se limitó a informar, sino que a la noticia o al acontecimiento siempre agregaba razones y opiniones y, muchas veces, críticas. Pero siempre detrás de un pensamiento crítico exponía una propuesta, o una solución.
        Testimonió la realidad, y con esa forma veraz e independiente de hacer periodismo, ayudó mucho al crecimiento de Gualeguaychú.

VARIOPINTO 2

Autor: Hugo Daroca.
Publicado en: Diario "El Argentino" el día jueves 24/03/2016.

        Titulado bajo esta atractiva palabra presentaremos en forma mezclada, como paleta de pintor, diversidad de hechos, noticias y anécdotas, con el común denominador de ser historias de nuestro Gualeguaychú antiguo. Dispares, heterogéneas pero locales.

ESOS ERAN PRESIDENTES
        Como lo relatara en una nota periodística(1) el presidente de la Nación Argentina Dr. Don Nicolás Avellaneda, en ejercicio de ese cargo, visitó esta ciudad de Gualeguaychú el 23 de abril de 1875.
A los pocos días, para ser preciso el 1º de mayo de ese año, encontramos un comentario publicado en un periódico local(2) que demuestra la responsabilidad con la que ejercía la más alta magistratura y el cumplimiento de lo prometido. La crónica decía así:
        “Tenemos el gusto de comunicar a nuestros lectores que el ingeniero señor don Manuel Sánchez Núñez, se encuentra desde antes de ayer entre nosotros, enviado por el señor Presidente de la República, para que proceda a formar opinión, y hacer los estudios necesarios sobre la obra de la canalización de la boca.
        No se puede negar que estas comisiones y estos estudios que diversa veces se han hecho, han dado siempre en el pasado un resultado equivalente a cero, pero también hay que convenir que de cualquier manera, algo es algo, y quizás el día menos pensado nos encontremos con unas cuantas dragas en la boca, y con un decreto sancionado, relativo a esa importante obra.
    Hasta ahora parece, que las promesas del señor Presidente, hechas durante su corta permanencia entre nosotros, no han sido estériles -1000 patacones mandados entregar en vía de anticipo por la iglesia y la presencia de un ingeniero nacional es algo que consta, y algo que hace abrigar una fundada esperanza en la pronta realización de las muchas necesidades que tenemos”

LA BAJANTE DEL RIO GUALEGUAYCHU
        Así como el río tenía sus grandes crecientes que provocaba grandes daños y zozobras, también tenía sus pronunciadas bajantes que ocasionaba serios inconvenientes y también daños. He aquí el relato de un cronista sobre una bajante en el Río Gualeguaychú.(3)
        Una bajante extraordinaria han sufrido los ríos de la Plata, Uruguay y Paraná y por supuesto que también nuestro río Gualeguaychú. En Buenos Aires los pasajeros que se embarcaban lo hacían en carros en que eran conducidos hasta los botes y de estos a los barcos.
        Entre nosotros las medidas de precaución tomadas por los agentes de las mensajerías fluviales fueron mandar el “YERBA” temprano fuera de la boca y llevándolo pasajeros a las cuatro de la tarde en el “ANITA”. La travesía de la boca, más de dos cuadras, la hicieron en varios botes. Al volver el “YERBA” por la noche logró pasar la boca pero extremadamente despacio.
        En la boca había ayer mueve buques detenidos por falta de agua y hoy si habrá aumentado el número con dos más. De este y del otro lado de la boca había varios buques varados y no pocos tumbados completamente sobre el agua. La verdad que ayer daba ganas de ofrecerle un vaso de agua a nuestro riacho.
        Después de las 11 de la mañana el río empezó a crecer. A las 2 de la tarde recién salió el “Anita” para Fray Bentos conduciendo varios pasajero que deseaban encontrarse en el gran partido de pelota que se juega hoy. A las 4:30 de la tarde que salió el “Yerba” había en la boca 3 y medias cuartas de agua. Hará su viaje de ida y vuelta sin ninguna dificultad.

EJECUCIÓN POR ABIGEATO(4)
        Ayer fue puesto en capilla, y ejecutado hoy por delito de abigeato, un desgraciado que fue tomado “in fraganti" en el acto de cometerlo, según se nos ha informado resulta del sumario que se le formó. Fue conducido en un carro al campo donde cometió el delito, y ejecutado allí, según lo disponía la sentencia después de recibir todos los auxilios y consuelos de la religión.
        Marcho con valor a cumplir su infausto y triste destino. Subió por sus propios pies al carro donde lo acompañaba el sacerdote. Pidió vino, encendió un cigarro y se despidió de todos.
        El Dios de la misericordia reciba su espíritu. Sufrimos al anunciar está triste nueva, porque nos condolemos de la desgracia de nuestros semejantes porque nuestros sentimientos y nuestros principios repugnan toda ejecución en que se vierta sangre cualquiera sea la causa y la justicia que la mueve. 
        Partidarios de la absolución de la última pena, como contraria al espíritu del evangelio pensamos como Becaría, como Franklin, como Víctor Hugo y como tantas otras celebridades que con luminosos argumentos han combatido la aplicación de la última pena proclamando con aplausos de la humanidad su abolición, conmutándola con otro género de expiaciones. El día que en nuestros países sea posible abolirla enteramente sustituyéndola por la perpetua confinación a los presidios por la muerte civil que implica el enterramiento en la penitenciaria habrán dado un gran paso en la carrera de la civilización y toda su majestad el espíritu y la doctrina del Evangelio.

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NOTAS
(1) “DAROCA Hugo Oscar, “PRESIDENTE NICOLÁS AVELLANEDA SU VISITA A GUALEGUAYCHÚ, Diario "El Argentino"- Suplemento Cultural día 6 de abril de 2014.
(2) “El Chimborazo” Año II – Nº 82 – 1º de mayo de 1875.
(3) "El Noticiero" Año III - Nº 453 – Martes 26 de septiembre de 1882.
(4) "Eco del Litoral" – 10 de noviembre de 1853 - Año I Nº 99 - Página 2.

VARIOPINTO 1

Autor: Hugo Daroca.
Publicado en: Diario "El Argentino" el día domingo 01/11/2015.

        Titulado bajo esta atractiva palabra presentaremos en forma mezclada, como paleta de pintor, diversidad de hechos, noticias y anécdotas, con el común denominador de ser historias de nuestro Gualeguaychú antiguo. Dispares, heterogéneas pero locales.

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        Leemos en un periódico del año 1853, una información que reproducimos, sobre la formación de una cofradía de zapateros que constituyeron una sociedad de socorros mutuos.
“SOCIEDAD DE SOCORROS MUTUOS. Está funcionando admirablemente entre nosotros una nueva Sociedad digna de fijar la atención. Una reunión de Zapateros concibió la idea y lo que es más, ejecutaron el establecimiento de una sociedad de Socorros Mutuos, que tiene por objeto prestarse mutuamente los servicios que cada uno se halla en el caso de exigir.
La Sociedad cuenta con un número de doscientos miembros que pagan 2 patacones a la entrada y medio patacón mensual. Cuando alguno de ellos se enferma, la Sociedad le suministra medio patacón diarios y asistencia médica por medio de un facultativo pagado al efecto. Si muriese alguno de los Socios la Sociedad costeará los gastos y todos sus miembros asisten al entierro.
Si la familia no tiene los medios suficientes para subsistir, la sociedad se los proporciona, educa los hijos y los pone en el caso de bastarse a sí mismos y de servir de apoyo a su familia.
Esta Sociedad ha estimulado a varias otras corporaciones de industriales que se disponen al establecimiento de instituciones semejantes”.
“El Eco del Litoral” 6 de abril de 1853

AHOGADO
        El primitivo muelle de piedra construido en 1863, según el proyecto de Fernando Lebleu, se fue deteriorando con el paso de los años y fue protagonista de muchos hechos, como varias personas ahogadas, principalmente mujeres que caían al río al desembarcar. Entre ellos tomamos el siguiente relato publicado en “EL CENTINELLA” de Mayo de 1892 que decía así:
Grave acontecimiento. El que ha conmovido hondamente nuestra sociedad, es de esos que por su trascendencia alcanza a todas las almas; y por más que con los afligidos no nos liguen vínculos estrechos la ajena desgracia nos conmueve y nos preocupa; Se siente con ese sentimiento que liga los hombres unos a otros, la conmiseración se enseñorea del espíritu, y donde quiera que haya un corazón noble se verterán tiernas lágrimas manifestando el dolor y se escucharán palabras que propala el bálsamo del consuelo.
Hacemos aquí alusión al suceso que en estos momentos tiene anonadada a una familia respetable, el señor Manuel Varela llegaba con su consorte y cuatro hijos la noche del sábado, de Buenos Aires para visitar su establecimiento rural donde está desarrollando la colonización en gran escala porque Varela es uno de esos caracteres emprendedores y con una gran fortuna que puede contribuir muy bien al progreso de un departamento. Es conocido de todos, el estado deplorable en que se encuentra nuestro muelle, haciéndose de todo punto imposible el arribo de los buques, y es sabido también el mal estado de la atmósfera en estos últimos días, en tal extremos que con raros intervalos el cielo ha estado siempre amenazante.
Al tomar tierra, después de la llegada del “Águila” que conducía los pasajeros de Buenos Aires, y como el “Oriente” estaba allí fondeado tenía que pasarse por una plancha que unía estos dos buques para ir de allí a tierra. El señor Varela se adelanta examinando las condiciones de la planchada y tras él sale el niño mayor llamado Josué quien encontrándose con esa pesadez que infunde el sueño en las altas horas de la noche, o quizás porque la plancha estaba mal asegurada o humedecida y resbaladiza pierde pie y cae en el río, precisamente a un punto de regular hondura. Esto ha pasado entre dos buques; los marineros de uno y otro habrían podido salvarle, aparte de otros expectantes de la escena tan dolorosa pero han vacilado, quizás ante la lobreguez de la noche, o faltos tal vez de esa grandeza de alma que no admite reflexiones jugándose el todo por el todo en las grandes circunstancias.
Lo que sí podemos apuntar es que para permaneciendo el muelle en las condiciones actuales, no sería extraño que este suceso se repita, promoviendo la pública consternación, debe solicitarse o gestionarse ante quien corresponda y en esto el comercio no tiene menos interés la refacción de este muelle que es de una imperiosa necesidad sino se quiere ver reproducido un accidente semejante”.
"La Centinella" - Año V - Nª 401 - Jueves 2 De Mayo De 1892
(Pág 2/ Col. 4 ) y (Pág. 3/Col. 1)

PLANCHADA
Tas vez conmovidos por la tragedia narrada anteriormente es que a los pocos días se dicta una resolución de Subprefectura que el cronista del periódico “El Independiente” narra de esta manera:
“Como lo hemos visto precedentemente era común que los pasajeros al desembarcar o embarcarse en el puerto de Gchú, lo hicieran a través de una planchada o tablón. Recién encontramos que la Subprefectura dictó una resolución que la comunicó a las Agencias de Viaje que en lo sucesivo deberían proveer a los pasajeros de una planchada para su acceso con una baranda a fin de evitar cualquier peligro.”
Conforme “El Independiente – Año III – Nº 12 del 28 de Mayo de 1892
Pág. 3/Col.1

BANCO DOMINGO GARBINO

Por Hugo Daroca


Publicado en El Argentino, 13 y 20 de diciembre de 2015




Apertura
    
    El banco Oxandaburu y Garbino deja de operar a principios de 1871 por los inconvenientes financieros que se le presentaron, entre ellos, la situación económica de Juan Oxandaburu, que terminó con su quiebra. Pero Domingo Garbino no quería dejar el negocio bancario y estaba dispuesto a intentarlo nuevamente. El 6 de octubre de 1871 presentó un pedido de autorización para establecer un banco de emisión, depósitos y descuentos en Gualeguaychú, con estatutos idénticos a los de Oxandaburu y Garbino y a otros de igual clase y categoría que funcionaban en ese momento en la provincia. En la solicitud peticiona que los billetes del nuevo banco sean recibidos en pago de derechos fiscales y que si existiera alguna falsificación fuera perseguida de oficio por acción pública.
  El dictamen del Ministro fiscal dice: Este ministerio es de opinión que saliendo estas medidas del círculo de lo puramente administrativo, no es atributivo de vuestra excelencia exclusivamente tomarlos y que esto sólo debe hacerlo condicionalmente y con el cargo de dar cuenta a la legislatura así que esta reabra nuevamente sus sesiones ordinarias para que ella apruebe o desapruebe los estatutos presentados. Es el dictamen fiscal salvo el más acertado juicio de vuestra excelencia”.
   Con fecha 13 de octubre de 1871, se resuelve conceder a don Domingo Garbino el permiso que solicita para establecer un banco en la ciudad de Gualeguaychú con arreglo a los estatutos que acompaña, y no hace lugar al privilegio que solicita para perseguir de oficio a las falsificaciones de billetes, por lo que puede ocurrir a la legislatura.
  Luego de más de un año de inactividad desde que se le concediera la autorización y, cuando en la plaza nada se sabía, imprevistamente, aparece a fines de octubre de 1872 un comunicado anunciando la apertura del banco: (1)


“BANCO DOMINGO GARBINO”
Se avisa al público que desde el día 2 de Noviembre quedará abierto este establecimiento bajo las bases que oportunamente se publicarán.
La emisión que se pondrá en circulación será por ahora la misma que circulaba bajo la razón de Oxandaburu y Garbino con un sello de tinta al frente que expresa: Banco Domingo Garbino.
En el mismo establecimiento se convertirán las notas de la razón Oxandaburu y Garbino en liquidación.
Gualeguaychú, Octubre 17 de 1872.
Domingo Garbino

A partir de esa fecha y desde el viejo domicilio, comienza sus operaciones bancarias. Mediante algunos avisos comerciales se informa la manera de operar; (2) llama la atención la tasa de interés que se cobra por los adelantos en cuenta corriente, que es el doble de lo que se paga por los depósitos.
El Banco Domingo Garbino utiliza los billetes editados para el Banco Oxandaburu y Garbino, y son puestos en circulación. Para distinguirlos, les colocaban al frente un sello en el que se leía Banco Domingo Garbino.
En el mes de noviembre (3) ofrece la realización de las siguientes operaciones: emisión de billetes al portador y a la vista en moneda boliviana y fuerte; descuento de pagarés y de letras de plaza; adelantos de dinero en cuenta corriente según las condiciones generales que establecerán; recepción y libranza de giros sobre las plazas de Montevideo y Buenos Aires, lo mismo que sobre todo los puntos principales de esta provincia. Además de recepción de dinero a plazos e interés convencional y toda operación lícita de crédito.
Durante 1873 el banco funcionó normalmente, las tasas de intereses fijadas inicialmente se mantuvieron sin modificaciones. Se reiteró constantemente el mismo aviso, con la fecha original de su aparición. (4) En cambio, en 1874, aumentó la tasa que se abonaba por los depósitos en cuenta corrientes. (5)

Cambio político y legislativo

    El Dr. Ramón Febre asumió la gobernación de Entre Ríos el 1 de mayo de 1875. De inmediato, y como lo adelantáramos en el capítulo tercero, promueve medidas financieras persecutorias de la banca privada. No había transitado un mes de gobierno cuando, el 24 de mayo de 1875, se dicta una ley que autoriza al gobierno la creación de billetes de tesorería convertibles a la vista, con más ventajas que las que tenían los billetes de banco, que se convierten en serios competidores a los que les crea serias dificultades.
Posteriormente, el gobernador Febre, por ley del 10 de febrero de 1876, prohíbe a los bancos privados emitir billetes de menos de cinco pesos fuertes y mientras no se establezca el Banco de la Provincia, y autoriza al Poder Ejecutivo a emitir billetes del tesoro, de las fracciones menores, por una cantidad de ochocientos mil pesos fuertes.
Lo arbitrariedad de la ley está en el Art. 2º al establecer que desde la misma fecha darán principio a la conversión o sustitución de la emisión que tengan en circulación, desde la fracción más pequeñas hasta la de cinco pesos bolivianos inclusive, operación que debía quedar totalmente terminada dentro de 70 días.
El periodismo de esta ciudad critica esta ley y repudia que el gobierno sea juez y parte de las operaciones bancarias y al mismo tiempo se arrogue derechos y facultades que les niega a los bancos privados y, principalmente, que pueda emitir “billetes de tesorería” a los que hace circular como moneda.(6)
El 20 de mayo de 1876 se crea el Banco de Entre Ríos, de emisión, descuento, hipoteca y depósito.
La imprevista y repentina desaparición en las operaciones comerciales de los billetes menores a cinco pesos produjo en la plaza comercial no solo un decaimiento, sino también la paralización en algunos rubros. El comercio siguió luchando con grandes esfuerzos contra los efectos de la gran crisis provocada por el gobierno. (7)
“Entre los bancos cuyas emisiones no eran convertibles a la vista estaba comprendido el del Sr. Garbino”, que hacía denodados esfuerzos para cumplir y evitar la bancarrota, pero sus billetes circulaban en plaza con un pequeño quebranto, (8) cuando otros bancos habían desaparecido. Días antes el gobierno provincial había dispuesto “que en el término de cuarenta días, se realice la venta de las haciendas afectadas a la garantía de la emisión y demás créditos de dicho banco”. (9) Entendemos que la venta no llegó a realizarse.
Por ley del 17 de mayo de 1877 se ordena liquidar en provecho de los acreedores, bajo la intervención del poder ejecutivo, todos los bancos de emisión de la provincia. (10)
De inmediato, y tal como nos tenían acostumbrados, reaccionan los periodistas locales (11) y con gran responsabilidad profesional la califican como “una monstruosa ley”. Esta ley es sancionada por la legislatura provincial el 17 de mayo de 1877, promulgada ese mismo día con la firma del gobernador Fabre y refrendada por Manuel de T. Pintos. Establecía en su primer artículo la liquidación de todas las sociedades anónimas autorizadas por sus estatutos para emitir billetes pagaderos al portador y a la vista, así como de las demás casas bancarias que usasen de igual derecho. Según el capital, la liquidación podía ser realizada por sus mismos directores o con por la intervención del Poder Ejecutivo. Mientras no se reglamentara sería hecha a favor de sus acreedores.
A comienzos de 1877, el Banco Garbino se encuentra en liquidación; había sido nombrado inspector don José Antonio de Urquiza, (sobrino y yerno del general Urquiza), (12) quien fuera elegido presidente del Recreo Argentino en la asamblea del 1 de febrero de 1878.
En febrero de 1877 se inicia un serio enfrentamiento y una polémica a través de los periódicos locales. Desde El Telégrafo se publican comentarios y solicitadas muy críticas contra el Banco Garbino que adquieren un tono muy elevado, hasta podría decirse injuriosos. En cambio, El Chimborazo lo defiende en varias notas -algunas suscriptas por el mismo propietario, don Domingo Garbino- y solicitadas que pretenden justificar el comportamiento bancario que demora la conversión de sus notas (pagarés, cheques, plazos fijos, billetes, etc.).
 Estos enfrentamientos adquieren relieve nacional y se comentan en todo el país. Son muchos los medios de prensa –de otras ciudades– que se refieren al conflicto y hasta reproducen en forma completa las publicaciones. El Chimborazo (13) informa a sus lectores que “Los artículos publicados en la sección solicitadas de este periódico a favor del Banco Garbino, han sido reproducidos en otras partes. Antes había hecho lo mismo con los publicados en contra. Por lo visto los interesados en uno u otro sentido no están solamente aquí”.
En un periódico de Gualeguay, (14) leemos en una separata titulada “Anticipación al Nº 3”, la trascripción de una de las solicitadas cuya publicación justifican de esta manera: “…creyendo de oportunidad damos inserción al siguiente ´artículo solicitada’ que trae El Chimborazo de Gualeguaychú, del 23 del corriente mes. Expresa el periodista: ‘estamos seguros de que los datos que él suministra vendrán a calmar las voces alarmantes que estos días se han esparcido referentes al Banco Garbino y que el comercio mejor informado tomará sus medidas para no dejarse engañar por los que pretenden desprestigiar una casa que tiene dadas sus garantías y por mucho más de lo que adeuda´” Y a continuación transcribe la solicitada aludida.
Por su parte, un periódico local transcribe (15) lo que comenta La Voz del Pueblo de Uruguay sobre el Banco Garbino: “Avanza con rapidez la liquidación del Banco Garbino, bajo la inspección inteligente de nuestro amigo D. José Antonio Urquiza. Lo que Garbino hace en medio de la crisis, honra altamente a este recto y honorable comerciante”.
Las polémicas alcanzaron tal grado de agresividad que El Telégrafo (16) decide no seguir publicándolas, lo que anuncia de esta manera: “…extrañarán la falta de publicación de las solicitadas por el motivo siguiente: ‘queremos que cese toda polémica hiriente, que a nada conduce y que nada prueba. El que quiera discutir, hágalo con altura, para eso estarán abiertas las columnas de este periódico’”.
En otro periódico, (17) un cronista se alegra y expresa la satisfacción que ha sentido al ver publicado un aviso de don Domingo Garbino en el que llama a todos los tenedores de billetes de la emisión de su banco para que sean convertidos al valor que representan. Acertadamente, titula su comentario Ya escampa, frase que alude al cese de una operación y a una esperanza de cambio.
En 1878 el Banco Domingo Garbino aún tenía notas en circulación que no había convertido. Un suelto periodístico, titulado Conversión de Billetes (18) decía: “Llamamos la atención de nuestros lectores sobre un aviso que publicamos en la sección respectiva para la conversión de los billetes del Banco Garbino”. Considera que es una buena noticia para los tenedores de esos billetes. El aviso aludido se publica ese día, (19) en él se aclara con énfasis que Quedando en circulación una corta cantidad de notas de este establecimiento, y deseando retirar toda la emisión a bolivianos se avisa a los tenedores de ella, que la presenten en el término de sesenta días”, lo que pone de manifiesto su contumaz conducta. Todavía en 1878 quedaban notas en circulación que se resistía en convertir, y que son rechazadas por el Banco Nacional, cuyo gerente era el señor Pastor Méndez Casariego, (20) Comportamiento que demuestra la negativa del Banco Garbino a canjear sus billetes, tal como era su obligación, posición que mantuvo hasta el final, y que lo lleva al historiador Oscar René Blanc a comentar: “tal vez algunas de esas notas son las que existen actualmente para adornar las ciencias auxiliares de la historia local. (21)


NOTAS

(1) EL ORDEN, 18 de diciembre de 1872, año I, Nº 1, Hemeroteca Biblioteca Sarmiento.
(2) EL ORDEN, 18 de diciembre de 1872, año I, Nº 1, Hemeroteca Biblioteca Sarmiento.
(3) EL REPUBLICANO, año I, Nº 94, 13 de noviembre de 1872, p. 4, col. 1.
(4) EL ORDEN, año I, Nº 8, 3 de enero de 1873, p. 4.
(5) EL CHIMBORAZO, año I, Nº 26, 6 de mayo de 1874, p. 4, col. 1.
(6) EL CHIMBORAZO, año III, Nº 192, 27 de mayo de 1876, p. 1, cols. 3 y 4. Hemeroteca Biblioteca Sarmiento.
(7) LA FRATERNIDAD, año I, Nº 2, 23 de octubre de 1877, p. 1, col. 1. Hemeroteca Instituto Magnasco.
(8) Ibíd,
(9) LA FRATERNIDAD, año I, Nº 1, 5 de octubre de 1877, Hemeroteca Instituto Magnasco.
(10) REULA, Filiberto; Historia de Entre Ríos, Santa Fe, Edit Castellví S.A., 1969, .t. II, p. 91.
(11) EL TELÉGRAFO, año II, Nº 165, 25 de mayo de 1877, P. 1, Col. 2, Hemeroteca Biblioteca Sarmiento.
(12) EL CHIMBORAZO, año III, Nº 130, 16 de enero de 1877, P. 1, Col. 4. Hemeroteca Biblioteca Sarmiento.
(13) EL CHIMBORAZO, año III, nº 269, 10 de marzo de 1877, p. 2, col. 1, Hemeroteca Biblioteca Sarmiento.
(14) EL AVISADOR, Gualeguay, febrero 28 de 1877, “Anticipación al Nº 3.
(15) EL CHIMBORAZO, año II, Nº 130, 16 de enero de 1877, p. 1, col. 4.
(16) EL TELÉGRAFO, año II, Nº 138, 16 de febrero de 1877.
(17) LA FRATERNIDAD, año I, Nº 2, 23 de octubre de 1877, col. 2, Hemeroteca Instituto Magnasco.
(18) LA FRATERNIDAD, año I, Nº 31, 18 de enero de 1878, p. 2, col. 3, Hemeroteca Instituto Magnasco.
(19) Ibid. P. 3, col. 2.
(20) EL TELÉGRAFO, año III, Nº 317, 21 de agosto de 1878, p. 3, col. 4, Hemeroteca Biblioteca Sarmiento.
(21) “LA ACTIVIDAD BANCARIA EN GUALEGUAYCHU HASTA 1891”, monografía presentada en el Departamento de Historia del Instituto Sedes Sapientiae, Gualeguaychú 1982.



Para citar este artículo: Daroca, H. (2015). "Banco Domingo Garbino", en El Argentino, 13 y 20 de diciembre, Gualeguaychú. Disponible en línea: https://hugodaroca.blogspot.com/2015/12/banco-domingo-garbino.html


Banco Domingo Garbino

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