BANCO COMERCIAL
Por Hugo Daroca
El empobrecimiento general de la provincia,
como consecuencia de la guerra civil que se librara en pos de la unión nacional
en la década de 1860, y el conflicto que en gran escala se suscitó en 1865 con
la guerra al Paraguay, restó capitales que financiaran el comercio de la
producción e impidieron la compra de bienes del exterior, tan ansiados por la
población y necesarios para la incipiente industria. Gualeguaychú fue la ciudad
que más lo sintió, especialmente por la liquidación ─entre los años 1867 y 1869─
de los dos bancos locales: José Benítez e
hijo y Domingo Garbino, que trajo
como consecuencia que la comunidad se quedara sin ahorro local.
Por su parte, Entre Ríos no había logrado
consolidar un buen sistema bancario que acumulara capitales y mediara
financieramente en las operaciones comerciales, especialmente las de
importación y exportación. Asimismo, el estado provincial abandonó a
Gualeguaychú a su propia suerte. Tampoco colaboró en conseguir la canalización
del río ─a pesar de las reiteradas promesas del gobierno nacional de enviar una
draga─, ni mejoró el puerto, a cuya paralización todo esto contribuyó.
Gualeguaychú no podía perder el prestigio
ganado como el pueblo más comercial de la provincia, motivo por el que era
reconocido en los grandes centros y mercados de la ribera del Plata y del
Atlántico por su carácter progresista. Igualmente era reconocido por el gran
movimiento de barcos con que operaba el puerto, hecho aprovechado por los
comerciantes para sus negocios, pero también razón de numerosas iniciativas y
proyectos que beneficiaron el crecimiento de la ciudad; y aunque el movimiento
portuario se había perdido, era preciso luchar para recuperarlo. Recordemos que
desde comienzos de la década de 1870, los buques de ultramar no podían entrar
en el río Gualeguaychú y debían fondear en Fray Bentos. Para remediar
todos estos males y para que el comercio y la industria volvieran a florecer,
nada mejor que asociarse y fundar una entidad bancaria que, ejerciendo un rol
financiero en la intermediación, facilitara fondos a bajo interés, tal como lo
habían hecho los comerciantes de Gualeguaychú, en 1860, con la fundación de la Sociedad de Cambios, Emisión, Descuentos y Depósitos. (1)
Atentos a recomendar o principalmente a
favorecer cualquier iniciativa progresista, los directivos del Recreo Argentino
─que siempre se mostraron preocupados por los acontecimientos que tenían lugar
en Gualeguaychú─ propusieron la creación de un banco. Fue en 1869, durante la presidencia
de don Pastor Britos, a quien acompañaban el vicepresidente
don Eduardo Barañao, el secretario Cipriano Pons y el tesorero Oscar Elías; directivos y
socios del Recreo Argentino que expresaron: “De allí hemos visto partir la idea de la
formación de una casa bancaria cuyos promotores han celebrado en su local unas
sesiones” ─tal como lo testimonia el periódico El País. (2)
Desde el principio, la iniciativa contó con
el decidido apoyo de este periódico, que con preferencia trató los trabajos que
se llevaban a cabo para la fundación del banco, al que denominaron El Comercial, y fue en los salones de la
Sociedad Recreo Argentino ─lugar de reunión de la comisión organizadora de la
entidad bancaria─ donde surgió la idea y se desarrolló.
Los
comerciantes y el pueblo fueron invitados a participar y a suscribir el capital
necesario para su creación. Al igual que en 1860, se logró un amplio apoyo
popular, por lo que casi de inmediato se suscribió una importante suma que
cubrió el capital emitido. Por esta razón, poco tiempo después se agregó el
aditamento que completó el nombre. Este fue el comienzo del Banco Comercial del Pueblo. Y como el periodismo reclamaba que había que
triplicar el capital, por eso llama a la población a tomar conciencia. De allí
el interés positivo en el establecimiento de esta institución para el
desarrollo de nuestra industria y el desenvolvimiento del comercio que se
perjudicaba por el faltante de crédito.
Al referirse al tema, dice el padre Borques: (3)
“El País además se ocupó del Banco Benítez e hijo, que
fundó en esta ciudad don Apolinario Benítez. Y con preferencia trató de los
trabajos del Banco Comercial, que hubo de fundarse aquí por iniciativa popular,
con capitales propios de nuestros hombres de comercio y sin intervención activa
del gobierno. La comisión organizadora se reunía y celebraba sesiones en los
salones del Recreo Argentino. Y coma se tenían ya preparados los estatutos,
suscrita una lista de accionistas y 1200 onzas de oro, era la cantidad que
montaba el capital con que se contó en los primeros días de principiarse los
trabajos preliminares. Pero todos estos planes se desbarataron con la guerra de
1870, como igualmente tantos otros proyectos o síntomas de progreso que se
evaporaron por esa misma causa”.
Como aquí se destaca, en la sede del Recreo
Argentino se prepararon los estatutos, y uno de sus adherentes fue el señor
Domingo Garbino, que en ese momento estaba en trámite de liquidar su banco.
El Banco Comercial se encontraba listo, pero el asesinato del general
Urquiza y la guerra librada en la Provincia impidieron su apertura. Además, se
produjo una división entre los integrantes del Recreo: algunos se incorporaron
como voluntarios en la fuerza militar dirigida por el general Ricardo López
Jordán, basta citar a José O. Fernández (Lanza
Brava), socio fundador que ocupó el cargo de comandante de las fuerzas del
Departamento Gualeguaychú; en cambio otros, como el escribano José María Méndez
─también fundador─ ingresó en el Batallón 15 de Abril, donde alcanzó el grado
de capitán. Consideramos que el Banco
Comercial del Pueblo no abrió por el enfrentamiento armado, que no solo
hizo temer saqueos, sino que además menoscabó el “afecto societatis” entre sus integrantes, quienes pasaron a
tener muy distintos puntos de vista políticos.
Superados los hechos bélicos y ya en 1871, se
implantó nuevamente la convicción de que
Gualeguaychú necesitaba una entidad bancaria y de que para ello nada era mejor
que proceder a la apertura del Banco
Comercial del Pueblo. Por medio de un periódico (4) de ese
año se hizo una convocatoria en estos términos:
“Se convoca a una
reunión a todos los SS. que se suscribieron con acciones para la fundación de
un ‘Banco del Pueblo’ con el objeto de darles cuenta de los trabajos realizados
y de llevar adelante tan útil y necesario pensamiento”.
La reunión tendría lugar en la Sociedad
Recreo Argentina. Pocos días después el mismo periódico (5) insiste
en que para mantener el prestigio de Gualeguaychú debe procederse a la
fundación del banco que contaba con lo principal: el capital necesario ─que
fácilmente podría triplicarse─ y el apoyo popular ─ya que todos estaban dispuestos
a protegerlo─. Razones, aduce el periódico, por lo que era necesario un
encuentro para concretar esa realidad palpitante.
No
sabemos por qué el Banco Comercial del
Pueblo no abrió sus puertas, ni qué inconveniente se lo impidió en momentos
de gran entusiasmo y con todos los recaudos tomados al respecto.
Nuevo Banco Comercial
En el
año 1889 se insiste en la idea de instalar el Banco Comercial, esta vez bajo la
denominación de Nuevo Banco Comercial. (6) Se
eligió un directorio que distribuyó los estatutos, se formaron comisiones
encargadas de la suscripción de acciones y se designaron varias oficinas para
realizar este trámite. (7)
Sus promotores no lograron ganarle la
pulseada al Banco Territorial ─dirigido
por don Antonio Daneri─ y desistieron de la idea. A esta nueva entidad nos
referiremos en nuestra próxima entrega de la “historia de los bancos de
Gualeguaychú”.
NOTAS
(1) DAROCA, Hugo. “La Sociedad de Cambios,
Emisión, Descuentos y Depósitos”. El
Argentino, 2 de noviembre de 2014.
(2) El País, 10 de marzo de 1870.
(3) BORQUES, Juan Carlos... Ensayos Históricos sobre
el Periodismo de Gualeguaychú. Gualeguaychú, Imprenta Gualeguaychú, p. 181.
(4) BORQUES, Juan Carlos... Ensayos Históricos sobre
el Periodismo de Gualeguaychú. Gualeguaychú, Imprenta Gualeguaychú, p. 181.
(5) Ibid. 26 octubre de 1871.
(6) La Sentinella. Año II, Nº 12, 15 de agosto de 1889.
(7) Ibid. Año II, Nº 12.
22 de agosto de 188, p. 2, col. 2.
Para citar este artículo: Daroca, H. (2015). "Banco comercial". Disponible en línea:
https://hugodaroca.blogspot.com/2015/12/historia-de-los-bancos-de-gualeguaychu_21.html